Cómo usar los gerundios sin morir en el intento
Autor
Frida Juárez
Publicado el

Al escribir o revisar un texto, el gerundio suele generar muchas dudas y dificultades, al punto de que algunas personas prefieren evitarlo por completo. Para que eso no te suceda, aquí te explicamos sus usos correctos y los errores que debes considerar.
¿Qué es el gerundio y cómo se forma?
El gerundio es una forma verbal impersonal, es decir, no varía según la persona gramatical. Se forma añadiendo la terminación -ndo a la raíz del verbo y se utiliza para indicar una acción simultánea a la que sucede como principal.
Existen dos tipos:
Simple: formado únicamente por el gerundio del verbo (caminando, leyendo, pensando).
Compuesto: integrado por el gerundio del verbo haber y el participio del verbo principal (habiendo dicho, habiendo escrito).
A diferencia del infinitivo, el gerundio actúa principalmente como verbo y puede admitir un sujeto, así como diversos complementos verbales. En algunos casos, también puede lexicalizarse y adquirir propiedades de otras categorías gramaticales.
Usos correctos del gerundio
1. En perífrasis verbales
Se combina con verbos auxiliares como estar, seguir, ir, entre otros, para formar frases con sentido completo.
Ejemplo: Estoy estudiando para el examen.
2. Gerundio absoluto
Permite expresar una acción que se realizó con anterioridad; se utiliza como complemento aislado al inicio de una oración.
Ejemplo: Levantándose de la silla, alcanzó la repisa.
3. Como complemento circunstancial
Aporta información adicional sobre la acción del verbo principal.
Ejemplo: La niña habla agitando los brazos.
4. Complemento predicativo
Modifica al sujeto o al complemento directo a través de un verbo. En algunos casos, puede equivaler a un adjetivo.
Ejemplo: Llegó llorando.
Errores frecuentes en el uso del gerundio
A pesar de su utilidad, el gerundio se emplea incorrectamente en diversas construcciones. Estos son algunos de los errores más comunes:
1. Gerundio de posterioridad
El gerundio no debe expresar una acción que ocurre después del verbo principal.
Incorrecto: Llegó a la oficina encontrando un paquete en su escritorio.
Correcto: Llegó a la oficina y encontró un paquete en su escritorio.
Tampoco debe usarse para indicar una consecuencia; en su lugar, se recomienda emplear oraciones introducidas por conjunciones ilativas.
Incorrecto: El ciclista perdió el equilibrio, resbalando en la pendiente.
Correcto: El ciclista perdió el equilibrio, por lo cual se resbaló en la pendiente.
2. Gerundio especificativo
No se aconseja emplearlo como complemento nominal especificativo, es decir, para añadir información o cualidades al sustantivo. Por ello, se sugiere sustituirlo por una oración de relativo.
Incorrecto: Un comunicado denunciando la corrupción en la universidad.
Correcto: Un comunicado que denuncia la corrupción en la universidad.
3. Gerundio de conclusión
El gerundio tampoco debe usarse para introducir el cierre de una idea. Lo más recomendable es concluir el enunciado y comenzar otro.
Incorrecto: Debido a la compleja situación económica, se llevaron a cabo ajustes presupuestarios, optimizando así los recursos disponibles.
Correcto: Debido a la compleja situación económica, se llevaron a cabo ajustes presupuestarios. Con ello, se optimizaron los recursos disponibles.
Como lo has visto, el gerundio es una herramienta que enriquece cualquier texto, pero su uso indebido puede afectar la claridad del mensaje. Evita los errores que te mencionamos y mejora la precisión de tus textos.
Referencias
Ángel de la Peña, Rafael. (1955). Tratado del gerundio. Editorial Jus.
Real Academia Española y Asociación de Academias de la Lengua Española. (2019). El buen uso del español. https://www.rae.es.

El español es una lengua romance que tiene su origen en el latín vulgar y su evolución estuvo influenciada por lenguas como el celta y árabe.

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