Escritura creativa 101: la voz narrativa
Autor
Javo Hernández
Publicado el

¿Te ha pasado que quieres escribir una historia, como un cuento, una novela o hasta un guión –ya sea cinematográfico o de narrativa visual–, y no sabes por dónde empezar? ¡Calma! Para que dejes de darle vueltas al asunto, aquí te echamos la mano con el primer paso.
Es muy sonado que la inspiración divina fue la que causó que escritores construyeran sus más finos versos o los mundos de ficción más exitosos. Sin embargo, aquí venimos a derribar ese mito: la escritura, como cualquier arte, es una actividad que se ejercita y no algo súbito e innato. ¿Y qué es lo que se ejercita? No hablamos de tus dedos al pulsar los botones de tu teclado, sino de una técnica, es decir, una serie de conceptos y normas de las cuales cualquier artista se sirve para crear. En esta ocasión, para que no te abrumes con teorías y definiciones, te explicamos una de las partes básicas de una historia y con la que puedes comenzar a proyectar tu redacción: la voz narrativa.
El narrador
Según Luz Aurora Pimentel, teórica literaria de la UNAM, el narrador –o voz narrativa– es una pieza clave cuando de una historia se trata. Ojo: el narrador no es la persona que escribe; no son Emily Brontë o Juan Rulfo. Ellos son los autores. Cuando hablamos de la voz narrativa nos referimos a un concepto más discursivo. Gracias a esta entidad tenemos acceso a la información, es decir, es la fuente desde la que se transmite todo lo que tiene que ver con el relato. Los hechos, los personajes, los espacios, todo lo brinda el narrador. De ahí que sea esencial para la escritura de tu narración. Así, el primer paso que tendrías que dar a la hora de plasmar tu idea es elegir quién la va a contar.
Pensemos, por ejemplo, en un crimen por resolver. No es lo mismo que el delito sea narrado por el policía que busca darle una solución al caso, a que sea narrado por el delincuente en cuestión. Lo mismo ocurre con una historia de terror: ¿qué efecto tendría en el lector que la trama nos la compartiera el monstruo y no su víctima? Si te das cuenta, la identidad de tu narrador es crucial para tu historia. Ahora que ya adviertes la relevancia de la voz narrativa, es fundamental que conozcas sus tipos.
Tipos de narrador
Siguiendo a Pimentel, podemos establecer dos tipos de voces narrativas: la heterodiegética y la homodiegética. ¡No te espantes con los tecnicismos! Ya verás que es muy sencillo comprender esto. Según la catedrática, esta división se justifica por el grado de intervención del narrador en la historia. Vamos por partes.
Si nos fijamos en la etimología de ambos conceptos, lo primero que sobresale es la palabra diégesis, la cual nos remite a la deixis, esto es, el mundo y serie de hechos a los que se hace referencia. Ahora, el prefijo homo- que significa ‘igual’ se contrapone al prefijo hetero- cuyo significado es ‘diferente’. Así, un narrador homodiegético se ubicaría en el mismo universo del que nos habla, mientras que el heterodiegético nos relata todo desde un universo distinto al que comparte. Dicho en otros términos, si el narrador es homodiegético, significa que participó en los hechos; si es heterodiegético, no. Por ejemplo, las novelas de Harry Potter son contadas por un narrador heterodiegético, una voz narrativa que no acompañó al mago en sus andanzas. En cambio, la trilogía de Los juegos del hambre tiene una voz homodiegética, pues Katniss Everdeen es quien nos narra sus aventuras.
¿Te sirvieron estos conceptos? Esperamos que lo arriba expuesto te haya motivado a incursionar en el mundo de la escritura creativa.
Referencias
Pimentel, L. A. (2012). El relato en perspectiva. Estudio de teoría narrativa. Siglo XXI-FFyL, UNAM.

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